lunes, 19 de octubre de 2009

EVEA algunas reflexiones

De la lectura del texto “Didáctica universitaria en Entornos Virtuales de Enseñanza-Aprendizaje” de Pérez, Borges Sáiz y Forés i Miravalles editado pro Nancea, S.A en el 2006 en España, en especial el capítulo 6 que nos habla sobre la evaluación del aprendizajes en los denominados entornos virtuales haciendo especial hincapié en la evaluación como un proceso que es continuo y no al final de un tema o de una cursada.


Concuerdo desde la experiencia personal con los tres puntos que plantean los autores en el proceso evaluativo: “inicialmente de manera que tengamos una idea fiable del nivel inicial de conocimientos y destrezas de los estudiantes”, justamente aquellos que somos profesores del nivel secundario a principio del curso evaluamos lo que denominamos vulgarmente como prueba de diagnóstico que nos es ni más ni menos que evaluar aquellos conocimientos y aquellas destrezas que el alumno tiene sobre la materia en cuestión y sobre otros aprendizajes en general –por ejemplo puede evaluar si sabe una definición que tiene relación directa con mi materia, pero además puedo evaluar si sabe leer, subrayar, extractar ideas esenciales, relacionar frase o palabras, siendo esto último ligado no sólo a mi materia sino a todas.

En el nivel universitario no le he visto que los profesores se detuvieran en este nivel de evaluación inicial, pues muchos dan por sentado ciertas destrezas o aprendizajes que en verdad no fueron fijados u obtenidos por el alumno/a.

La segunda la que denominan los autores “evaluación formativa que es durante la acción del docente y por intervalos establecidos en lo que se llama fase de diseño”, dicha manera es más común que todos la llevemos a cabo, pero siempre como finalización de un tema, no mientras se va dando el mismo, quizás sea este un punto a tener en cuenta, pues de esta manera serviría como ajuste en los contenidos dados y en la metodología de los aprendizajes expuestos.

Y por último ellos hablan de lo que conocemos “como evaluación sumativa y evalución acreditativa, que se da al finalizar la acción docente”.

De darse las anteriores esta quizás ni sea necesaria, se podría hasta obviar. Recuerdo cuando tuve que dar mi última materia de la licenciatura, estábamos todos en grupo, cada compañero exponía, ya habíamos aprobado el trabajo por escrito y los nervios lógicos ya que con esa materia obtenía el título, por supuesto el profesor me dejo para lo último y al tocarme el turno me dijo: seguramente todos los aprendizajes los ha obtenido en estos cuatro años de cursada y puedo ver en el escrito la síntesis de los aprendizajes obtenidos, y bueno… me felicitó por la licenciatura.



También es bueno preguntarnos con los autores que decimos cuando hablamos de evaluación; ellos proponen que la evaluación sea: “explícita y clara, válida, consistente, flexible, coherente, constructiva, propia y formativa”.

El poner en práctica diferentes estrategias evaluativos romperá con los mitos que se hacen presentes en EVEA ya que la ausencia física del alumno no genera ningún problema para que los tres pasos explicados al comienzo de este escrito se puedan dar sin ningún problema.

Podemos apreciar en el resto del capítulo 6 las propuestas que nos dan los autores para poder llevar adelante el proceso evaluativo continuo en el EVEA y además leer testimonios de docentes y alumnos sobre el tema en cuestión.

Para más, leer el capítulo y sí se puede el libro mejor.

Sergio Dalbessio.

Letra en negrita: texto de los autores.

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